lejano queda el ayer,
aquellos sueños de niña
maduraron en mujer.
Como un muñeco querido
a quien el tiempo rompió,
como una ilusión perdida
todo aquello ya quedó.
Cuántas horas consumidas
sin apreciar su valor,
todas ellas ya quedaron
en el reloj del adios.
Año 1982
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