y volví, sobre mis pasos
por si hallarte yo podía.
Y caminé con tesón
por campos de Alejandría,
sin encontrar las respuestas
ni a tu alma, vida mía.
Y me cegaba la luz
y tu rostro no veía,
perseveré en el camino
aunque obstáculos tenía.
Y a lo lejos ya te vi
y tan cerca ten sentía,
que al despertar ya noté
que mi cuerpo se moria.