se va, muriendo la flor,
ya no quedan primaveras
para demostrarte amor.
Se marchitará tu piel
de arrugas tu rostro se cubrirá,
pero serás, madre una rosa
a quien siempre he de amar.
El tiempo pasa deprisa
las horas siguen el son,
pero no hay reloj que pare
el tiempo que ya pasó.
Y las horas va marcando
en un tic-tac sin final,
en un andar sin espera
que no se puede parar.
Si mis manos asiaran al tiempo
y si disponer de el yo pudiera,
serias madre, siempre eterna
eterna para mí.... mi primavera.