en el vaivén de sus olas
y a tus oido regale
un rumor de caracolas.
Deja que el mar, acaricie
con la espuma de su aguas,
que la fuerza y su grandeza
la sientas en tus entrañas.
Deja que el mar, sea el cuerpo
que por tu piel se resbale,
y sus olas sean manos
que a caricias nadie iguale.
Deja que el mar, te envuelva
se sirena en sus aguas,
y en el fondo de su mar
hallarás la esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario