jueves, 18 de diciembre de 2008
Despedida
Cuándo me halla ido,
de soledad y hastío
se vestirán los días
y en esa partida
morirán sin prisa
buscando el consuelo
de tanto recuerdo
que en tu vida dejo.
Cuándo me halla ido,
como el caudal del río
seguirá el destino
buscando el camino
por el que has de seguir,
sin tropiezo y fluyendo
en cada resurgir.
Me iré... despacio, sin prisa
sin volver la vista atrás,
con un halo de nostalgia
por lo que he de dejar.
Quizás, sin decir adiós,
sin un gesto de dolor
gritando la despedida
de no verte más... mi amor.
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