El sol sale al encuentro
de esa luna que se escapa
y al despertar la mañana
se vá, con su negra capa.
El sol se refleja en el día
por si lo viera su amada,
pero transcurren las horas
su luz, se siente mermada.
El sol tras una montaña
se esconde al atardecer
y espera que la negra noche
le deje a su luna ver.
El sol espera un eclipse
para su amada abrazar
y aunque sólo sea un momento
en sus brazos suspirar.